SINOPSIS
En el año 1998 una detención por sospecha motivó a mi tío BERNARDO Oyarzún (59) a autorretratarse como “delincuente”, evidenciando a través de los estigmas raciales su propia identidad indígena. Su carrera artística me ha guiado desde entonces en la pregunta sobre el ‘ser mapuche en la ciudad’, pudiendo excavar en los registros de sus trabajos la lengua que abandonaron mis ancestros, recuperando lo que en mi familia parecía olvidado.